Algunos de los errores más comunes que ponen en
riesgo su crecimiento son la falta de control administrativo, los gastos
excesivos y la carencia de planes de negocio.
Sin
duda, la pasión, creatividad y entrega son factores que influyen en el éxito de
los emprendedores; y es común que, al iniciar actividades, enfoquen sus
esfuerzos en implementar ideas, buscar capital, ganar clientes y generar
ingresos para acelerar su crecimiento; sin embargo, dejan de lado aspectos
clave para lograr que sus empresas sean Financieramente saludables y rentables;
es decir, a pesar de que atienden su negocio, no lo administran
verdaderamente.
Por
ello, presentamos los 5 grandes descuidos que cometen los empresarios y que
atentan contra su estabilidad:
1- No planificar:
Tener
un plan de negocios ayuda a establecer objetivos; a visualizar el mercado meta,
las necesidades reales de los consumidores, el valor agregado del producto o
servicio que se ofrece, los canales de distribución y comercialización idóneos;
así como a establecer presupuestos y procesos para facilitar la operación;
también, permite conocer las fortalezas y debilidades de la empresa, amenazas
del entorno y oportunidades de negocio.
2-
Gastos
excesivos:
No
saber en qué se gasta o no tener control sobre los recursos financieros con los
que se cuenta para operar, ocasiona falta de liquidez, es decir que no se tiene
la capacidad para hacer frente a los compromisos económicos a corto plazo,
ocasionando problemas de endeudamiento.
3- No estar al día con los deberes tributarios:
No
tener en orden la situación fiscal de la organización puede provocar
desequilibrios por las actualizaciones, recargos y multas generadas; por ello,
es muy importante cumplir con los requerimientos de la autoridad, como el pago
de impuestos, el envío de la contabilidad electrónica y la emisión de facturas
electrónicas (CFDI) y de recibos de nómina digitales.
4- Descuidar el inventario:
Este
activo es una de las mayores inversiones de una compañía y tenerlo en orden le
permite cumplir con la demanda y competir en el mercado, por lo que su correcta
gestión es fundamental; de no ser así, se corre el riesgo de negar ventas,
perder clientes y generar altos costos que pueden conducir al cierre.
5-
No delegar el
control administrativo:
Una
práctica recurrente de las personas que están al frente de una Pyme es realizar
ellas mismas todas las tareas del negocio, como pagos, cobranza, ventas,
compras, contabilidad, etc.; en pocas palabras, se hacen cargo de la
administración y ésta es un elemento fundamental que requiere gestionarse a
través de soluciones tecnológicas para que, de esta manera, el emprendedor
ocupe su tiempo en dirigir su empresa y en crear estrategias para crecer.
Para
no cometer alguno de estos descuidos, la tecnología es una gran aliada de los
empresarios, ya que los ayuda a ser eficientes en sus operaciones de compra y
venta, como inventarios, facturación, cuentas por cobrar y por pagar, etc., a
mantener su contabilidad al día y a cumplir de forma sencilla con sus
obligaciones fiscales; además, les proporciona información real y actualizada sobre
su situación financiera; con ello, pueden tomar acciones preventivas y
correctivas a tiempo, lo que constituye un factor clave para elevar el
porcentaje de éxito de su negocio.
Fuentes:
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